La tradición del Vals

Curiosamente es justamente esta tradición del Vals de los Novios a la que los contrayentes, que en un 90% de los casos continúan con la tradición, a la que le dan menos importancia. El inconsciente colectivo indica que es un baile simple.
1,2,3, - 1,2,3, - 1,2,3. solo girar y sin demasiadas figuras.
Ahora tanto el Vals Vienes, como el Vals Inglés (Vals Lento), el Valsecito Criollo y el Chamamé, todos tienen los mismo compases pero el ritmo y la cadencia son totalmente diferentes. Claro que para los casamientos todos prefieren el romántico y glamoroso Vals Vienés pero cuando se acerca la ceremonia caen en la cuenta de que no lo saben bailar correctamente y que van a hacer el más espantoso de los ridículos porque todo el mundo estará mirándolos y terminan bailando una mezcla de Vals lento y Valsecito Criollo.
Para colmo los flamantes novios deben iniciar el Baile del Vals solos en la pista. Recién después de minutos, que parecen eternos, y de haber sonreído tanto para las fotos como para la video, cada uno de ellos debe continuar bailando con la madre/suegra, el padre/suegro, los abuelos, tías/os, hermanas/os, cuñadas/os, amigas/os y todos ellos con los mismo pocos o nulos conocimientos de cómo bailar un buen Vals Vienes.
Como a esa altura de los acontecimientos ya se ha comido y sobre todo bebido, en muchas ocasiones el baile se convierte en un denodado esfuerzo por tratar de girar, porque se realizan pasos demasiado amplios y en la dirección equivocada, se tropiezan mutuamente y se pisan los pies y los ruedos de los vestidos. Cosa de la cual recién se percatan, cuando semanas mas tarde ven la filmación de la fiesta.
El Vals Vienes es considerado el padre de todos los Bailes de Salón y posiblemente, también el más elegante de todos ellos. Bailado al rapidísimo ritmo de 60 compases por minuto, con una estructura de 3 tiempos por compás, es imprescindible tener buenas piernas para, simplemente, seguir la música.
Aunque el número de figuras es muy limitado en este baile, conseguir ese movimiento homogéneo tan característico del Vals Vienés requiere al menos un poco de dedicación y práctica.
En realidad es mucho más fácil y sencillo de lo muchos creen o piensan. Las parejas necesitan (en promedio) de unas 4/8 clases para aprenderlo, es decir que en 1 a 2 meses a razón de una hora de clase (1½ hora reloj) por semana aprenderán a bailar ese vals que tanto pudor y nerviosismo causa ejecutar el día de su boda.
El punto es que todos los involucrados suelen acordarse del tema demasiado tarde, cuando sólo faltan unas pocas semanas o incluso días para el enlace y esto sólo sirve para meter más presión a la hora de buscar algún/a profesor/a que pueda impartir unas clases particulares/grupales tanto a los novios como a los familiares mas cercanos.

Bailar es dibujar con los pies..., es dejarse llevar por un ritmo, estar pendiente de sus cambios, con unos pasos que previamente habremos interiorizado y automatizado, acompañados por una pareja, deslizándonos por el espacio, comunicándose sin hablar, porque no hace falta...
“Vivimos en mundo tan competente, que nos esforzamos por hacerlo todo perfecto y no quedar en evidencia frente a nadie; es por ello por lo que son muy numerosas las parejas que deciden bailar correctamente el vals de su boda, estar tranquilos y quedar bien ante la familia y amigos… sintiéndose los reyes del salón”.


Horacio Fehling


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