lunes, 14 de marzo de 2011

El Vals: Un clásico que se renueva




La tradición del Vals como baile en Casamientos se remonta a la Europa del siglo XIX, donde impactó por su carácter romántico y glamoroso. Pasados los años, la tradición se fue perdiendo.
No solo porque muchos involucrados en la Fiesta la consideran aburrida, dada la dinámica activa de las fiestas actuales; sino también, y principalmente, por el hecho que las jóvenes Parejas de Novios no están acostumbradas a bailar en pareja.
Este fenómeno comenzó a manifestarse a partir de mediados del siglo XX, con la aparición de la música moderna que mayormente se bailaba suelto. Salvo claro, los famosos y siempre bien recordados “Lentos”.
Por ello es importante renovar el momento del vals, convirtiéndolo en una parte destacada del evento.
Antes, este baile seguía al corte simbólico de la torta.
Hoy, como existe una estructura de fiesta diferente, lo ideal es buscar el impacto inicial.
Muchas parejas no saben cómo realizar la entrada al salón, ya que no desean hacer el típico brindis; en este caso, una idea es que los novios hagan su entrada bailando una coreografía de vals, acompañados por violines, una orquesta en vivo o una buena pista musical del DJ.
Otra opción es bailar el vals luego del plato de entrada; se recomienda no extenderse más allá de este momento, ya que el arreglo personal de los novios suele perderse luego de las primeras tandas de baile, lo que hace que no puedan lucirse en todo su esplendor.
Es importante recordar que la idea central del baile es que la pareja brille y destaque en la pista, con su atuendo completo, incluidos velo, cola del vestido y ramo.
Una opción más moderna es presentar el vals a través de toda una puesta en escena, acompañada por actores, bailarines y distintos detalles originales, donde la pareja de novios (o la quinceañera), es la principal protagonista. Para que esto sea posible, existen requerimientos básicos: un salón amplio y una pista central, acompañados por una buena iluminación.
Los padrinos son, por orden de jerarquía, los primeros en bailar el vals con los novios; el orden siguiente dependerá de la familia en sí y de las relaciones familiares.
Existen pautas no escritas, que todos los invitados conocen, para saber ocupar su lugar en el baile. Por ello, se debe prescindir de las listas, ya que no sólo desluce el trabajo de video, sino que vuelve más lento el ritmo de la fiesta.
Si los novios no saben bailar y desean lucirse con un vals tradicional, pueden tomar 4 o 5 clases con un profesor, en lo posible con el calzado de boda.
En estas clases se les enseña la posición correcta de los hombros, a mantener una postura erguida, la ubicación de las manos, algunas figuras, (coreografías), etc.
La idea es lograr que la pareja baile con soltura, que pueda girar en la pista, sonreír y disfrutar, sin mirarse los pies; en definitiva, poder realizar un baile elegante, para que todos disfruten y recuerden.

Bailar el Vals con soltura y confianza, disfrutando el momento, conectados con la emoción, la música, las luces, las sonrisas de los seres queridos y la sorpresa que les van a dar al dibujar una coreografía lucida, graciosa e inesperada será el broche de oro para esa fiesta tan esperada, tan preparada, tan especial.

Desplazarse con seguridad, coordinadamente, dibujando armonía amorosa que anticipe todo una vida de acuerdos, placeres y felicidad…
....Eso es saber bailar el vals desde el DIA DE TU FIESTA.


Horacio Fehling


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